martes, 10 de mayo de 2011

Les ha tocado a los egipcios, a los tunecinos, a los libios, yemeníes... pero ¿Quién nos dice que no somos los siguientes en comenzar una revuelta o una nueva guerra civil?

La pira está lista, pero no como cabía esperar. No con la leña del paro, la injusticia, la corrupción, el nepotismo, la ineptitud y la rabia por estar dirigidos por una jauría de incompetentes. Tampoco serán ramas muertas de desesperación las que asen a banqueros y especuladores miserables y codiciosos, junto con empresarios que se valen de la crisis para despedir a unos y explotar a los afortunados que se queden. Esta pira es para nosotros y la han preparado con la basura de las majaderías nacionalistas, con la hojarasca de agravios idiotas, con los papeles viejos de idiomas condenados a muerte por el devenir de los tiempos. Quizá también con los trapos de viejas banderas empapadas en sangre por las que murieron nuestros antepasados a causa de una historia falsa y fascista de héroes de pacotilla, de linajes de mierda y de agravios a condes, duques, marqueses reyes o dioses cuya ofensa y defensa acababa pagando el pueblo llano, como siempre.

Esto significa que quien se quemará sobre la hoguera no serán banqueros, especuladores, políticos y demás ralea. Seremos los ciudadanos quienes nos asemos a fuego lento entre el hediondo humo; inmolados en nombre de la recuperación económica o peleando por antiguos privilegios de nobles explotadores, codiciosos y corruptos; por unas fronteras artificiales que nunca hemos reconocido o por unos miserables que nos llevarán al holocausto a cambio de cambiar su función de cola de ratón por la de cabeza de garrapata.

Ahora sólo falta que la chispa salte desde unas manos dispuestas a ello y preparadas desde hace tiempo, al igual a las que quizá lo hayan hecho en tantos otros países y esté tan sólo esperando la orden que desde cualquier lejano despacho decida que hemos sido los próximos destinatarios de una guerra igual a las que hemos participado o estamos participando.

Quizá mañana mismo podamos comparar -como lo hacen ahora los libios- si es mejor un dictador iluminado y poco cruel que una guerra civil, o si se puede considerar terrorismo que nuestros aviones, los que pagamos con nuestros impuestos, bombadeen de noche la capital libia como mañana puede hacer otro país con nosotros en nombre de una libertad que solamente entienden ellos.

Esperamos con el numerito triangular del Turnomatic que alguien ha cogido por nosotros, a que nos llegue el turno y podamos morir y matar como solamente lo hacemos los pobres.

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