lunes, 3 de marzo de 2008

La alegría de la huerta

El emperador de la Ínsula Ranillaria tiene un traje nuevo, y vuelve a quedar desnudo de ideas con el himno que se les ha ocurrido, quizá fruto de traumas juveniles no resueltos.

Decían que esta sería una Expo amable, pero con esta alegría cualquiera lo afirma. Se trata de una vuelta más de tuerca a la monserga de Al Gore. Pues sí, eso es, se trata de un himno gore, una canción que sólo alguien sin zorra idea de inglés o con serios traumas de adolescencia podía pensar como himno para la Expo.
Dylan hizo canciones menos oscuras como The Times They Are a-Changin o Blowin' in the Wind junto con alguna cuyo título tenía que ver algo más con el agua "Like a Rolling Stone" o Watching the River Flow", incluso sin salir de la época podían haber pensado en la más amble "Colours" de Donovan, pero no. Han tenido que elegir una canción que trata del holocausto nuclear como himno de la Expo del agua. Una letra que ni la suavización que Eva Amaral ha hecho en la traducción apenas consigue ablandar.

Seguro que cuadra mucho mejor con la banda sonora de Sweeney Todd, la genial película de Tim Burton, que con nuestra Expo, a la que un himno tan siniestro oscurece el agua divertida y positiva que nos querían colocar.
Quizá pretendan hacerse un hueco entre los lameculos de Al Gore cuando pasen al paro en octubre, aunque la inteligencia y el buen hacer en el mundo del agua le ha hecho ganar a más de uno un hueco en mis tan "queridos" Sitios de Zaragoza.

Me imagino a Fluvi rodeado de niños cantando cantando:

"...La triste canción del poeta en la calle
La voz de un payaso cubierto de sangre


¿De verdad que nadie va a contar al Emperador que con estos trajes suyos, seremos todos quienes hagamos el ridículo en la Expo.

Compara la letra de Dylan con la versión de Amaral http://www.heraldo.es/index.php/mod.noticias/mem.detalle/idnoticia.5745/relcategoria.308

DYLAN:


¿Dónde estuviste, hijo mío de ojos azules?
¿Dónde estuviste, querido mío?
Tropecé con la falda de doce montañas brumosas.
Caminé y me arrastré por seis sinuosas autopistas,
Anduve en medio de siete bosques desolados,
Estuve frente a doce océanos muertos,
Me adentré diez mil millas en la boca de un cementerio,
Y es dura, muy dura,
Y es dura la lluvia que va a caer.

¿Qué viste, hijo mío de ojos azules?
¿Qué viste, querido mío?
Vi un recién nacido rodeado de lobos salvajes,
Vi una autopista de diamantes que nadie utilizaba,
Vi una rama negra que goteaba sangre,
Vi una habitación llena de hombres con martillos ensangrentados,
Vi una escalera blanca cubierta de agua,
Vi diez mil oradores con las lenguas rotas,
Vi pistolas y espadas en manos de niños,
Y es dura, muy dura,
Y es dura la lluvia que va a caer.

¿Qué oíste, hijo mío de ojos azules?
¿Qué oíste, querido mío?
Oí el sonido del trueno que rugió como advertencia,
Oí el estruendo de una ola que pudo ahogar al mundo entero,
Oí a cien tamborileros cuyas manos llameaban,
Oí diez mil susurros que nadie escuchaba,
Oí a un hombre muriendo de hambre, oí a mucha gente riendo.
Oí la canción de un poeta que murió en el arroyo,
Oí el sollozo de un payaso que lloraba en el callejón,
Y es dura, muy dura,
Y es dura la lluvia que va a caer.

¿A quién encontraste, hijo mío de ojos azules?
¿A quién encontraste, querido mío?
Encontré un muchacho junto a un pony muerto,
Encontré un hombre blanco que pascaba un perro negro,
Encontré una mujer joven cuyo cuerpo ardía,
Encontré una muchacha que me dio un arco iris.
Encontré un hombre herido de amor,
Encontré otro hombre herido de odio,
Y es dura, muy dura,
Y es dura la lluvia que va a caer.

¿Qué harás ahora, hijo mío de ojos azules?
¿Qué harás ahora, querido mío?
Regreso antes de que la lluvia empiece a caer,
Caminaré hasta las profundidades del más hondo y sombrío bosque.
Donde la gente es mucha, toda con las manos vacías,
Donde las bolas de veneno inundan sus aguas,
Donde el hogar en el valle se confunde con la sucia y húmeda prisión.
Donde el rostro del verdugo está siempre bien oculto,
Donde el hambre es odiosa, donde las almas están olvidadas,
Donde el color es negro y el número nada,
Y lo diré y lo pensaré y lo hablaré y lo respiraré,
Y lo mostraré desde la montaña para que todas las almas puedan verlo,
Y después me alzaré sobre el océano hasta que empiece a hundirme,
Pero, antes de cantarla, conoceré bien mi canción.

Y es dura, muy dura,
Y es dura la lluvia que va a caer.


Traducida al español por Carlos Álvarez (letra aparecida en el libro "Bob Dylan. Escritos, canciones y dibujos")

AMARAL:


Me han dicho que has vuelto por fin a tu casa
¿Qué has visto en tu viaje por tierras lejanas?

Caí entre la bruma de doce montañas
Vagando por seis autopistas cortadas
En medio de siete bosques callados
Perdido en las costas de negros océanos
Subí a diez mil millas hasta un camposanto

Y llegará, llegará, llegará, llegará la tormenta
Que anuncia el cielo

Me han dicho que has vuelto por fin a tu casa
¿Qué oíste en tu viaje por tierras lejanas?

El ruido de un trueno preludio del miedo
La última ola al final de los tiempos
Tambores sonando en la linea de fuego
Y tantos susurros que no escucha nadie
Oí carcajadas y llantos de hambre
La triste canción del poeta en la calle
La voz de un payaso cubierto de sangre

Y llegará, llegará, llegará, llegará la tormenta
Que anuncia el cielo

Me han dicho que has vuelto por fin a tu casa
¿Y qué harás ahora que el viaje se acaba?

Volver antes de la lluvia de estrellas
A lo más profundo de lo desconocido
Donde hay multitudes sin nada en las manos
Allí donde el sol ha secado los ríos
Donde eres esclavo o un pobre fugitivo
Que ha visto los ojos de un hombre sin rostro
Donde todas las almas han sido olvidadas
Donde negro es el color y el número no existe
Gritaré hasta que quede grabado en el viento
Y mi voz se refleje desde ésta montaña
Aunque tenga que andar encima de las aguas
Hasta que ésta llamada sea escuchada

Y llegará, llegará, llegará, llegará la tormenta
Que anuncia el cielo
Y llegará, llegará, llegará, llegará la tormenta
Que anuncia el cielo.

¿Como os imaginais el videoclip?. Está claro que solamente podía tener imágenes con la actuación en la Plaza de España de Zaragoza; algo tan siniestro y pesimista no puede tener imágenes de agua.

Cerrad los ojos e intentad poner imágenes a la letra. Ninguna positiva.

En fin, que si lo que se pretendía es lo que se oye "chapeau", tal como titulaba esta entrada, es justo "la alegria de la huerta" y la antítesis de lo que están vendiendo de la Expo.

Si no es así, será otra ocasión perdida para añadir a la lista.

http://www.expozaragoza2008.es/