lunes, 22 de diciembre de 2008

Bienvenidos al futuro

Me siento demasiado mayor, demasiado cínico y demasiado cansado. Además pienso que el mundo no tiene arreglo y cuanto antes nos mande a tomar por culo un tsunami, un cambio climático de verdad -no esta mierda que han inventado algunos- o cualquier otra cosa, mejor.

Quizá propondría un nuevo orden mundial basado en la premisa de que nadie debe tener más dinero del que pueda gastar y nadie debe hacer sufrir a los demás en beneficio propio. Para ello haría falta un ejército de inspectores de hacienda que expropien las fortunas y empresas, pero muy especialmente un batallón de 007 con las licencias pertinentes que puedan borrar del mapa a cuantos amenazan a sus propios compatriotas, la paz y el derecho a irnos al otro barrio habiendo gozado todo lo posible.

El problema es que entre presidentes dementes o gilipollas como el Ex USA y los de Zimbawe, Congo, Sudán… más los asesinos en nombre de una patria que solo ven ellos como los etarras; imbéciles que fomentan la natalidad en un mundo saturado, curas locos fanatizados junto con ayatolás, imanes y demás curia que se atribuyen en exclusiva la centralita con dioses a menudo más canallas, vengativos y despiadados que los propios humanos, me llevan a conclusiones bastante deprimentes.

Con tanto hijoputa suelto el cambio climático sería el menor de nuestros males. El problema es que salvo una catástrofe ambiental que nos elimine a las tres cuartas partes del Planeta, veo venir que podremos elegir entre morirnos de hambre o ser comidos por hambrientos más fuertes que nosotros.

Bienvenidos al futuro.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Juventud, divino tesoro

Nuestros estúpidos hijos son fruto de su tiempo, pero sobre todo de unos padres aún más imbéciles, que tan ocupados como estamos en comprar coches y pisos que no deberíamos y en mantener un nivel de vida que no nos corresponde, hacemos creer a nuestros hijos que somos la leche y no tenemos nada que ver con los putos trabajadores, que son solamente inmigrantes en tanto que nosotros somos todos jefes o encargados de algo. Gente tan guay no puede ser mezquina con las pagas de sus hijos y aún menos con la libertad. Por supuesto que tampoco preguntamos cómo llegan a casa a las 10 de la mañana tan frescos. Encima presumimos ante los demás y decimos que nuestros hijos son de lo mejor, pues pasan la noche fuera y solo beben cocacolas. Nadie pregunta que sustituye al alcohol para mantenerlos despiertos más de 24 horas.

Escuchamos música para aturdirnos, vamos al campo a jugarnos la vida, o relegamos el sexo por una buena cena en un restaurante caro. ¿Cuántos de nosotros en el último año hemos pasado siquiera 10 minutos tumbados bajo un árbol escuchando cantar a los pájaros, paseando tras una lluvia primaveral, o contemplando un atardecer?.

Hemos creado un mundo en el que los jóvenes tienen que sudar adrenalina pura para disfrutar, donde unos y otros tenemos que jugarnos el tipo para sentirnos vivos y en el que pensar o disfrutar de las cosas gratis que nos ofrece la vida es para los maricones, los pobres o los raros.
Ocupados como estamos en aparentar que somos unos burgueses, los que trabajan en las cadenas de montaje o amarrados a una máquina son otros, o -como en el anuncio- somos jefes de muchos pero esclavos de unos pocos, nos olvidamos de los hijos, los malcriamos y luego echamos la culpa a los demás por pervertirlos.

Nuestros hijos y nuestros políticos son fruto de nuestras acciones; echamos los polvos igual que los votos en las urnas y luego a esperar que nos traigan el cumlaudem, la rebaja de impuestos con subida de sueldos o hasta que sean personas normales. Somos aún más cretinos que nuestros jóvenes.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Mejillones cebra y tontos de remate

Hoy se ha sabido que el Ministerio de Medio Ambiente ha concedido a Sirasa, Universidad de Zaragoza y otras instituciones 760.000 € para linvestigar la lucha contra el mejillón cebra. Otro montón de dinero tirado para "investigar" estupideces que hace décadas que se han desechado en todo el mundo menos aquí.

Para financiar amigos hay otros métodos, pero pretender clorar las acequias para matar las larvas del bivalvo, es de juzgado de guardia.

Alemania desistió hace tiempo porque con buen criterio admitió que la selección natural hace que unas especies sobrevivan y otras mueran. Estos descerebrados cloran las tuberías y matan la vida que pueda haber dentro, pero no a la salida, donde deje de hacer efecto el cloro ni a la entrada de las mismas. Es un parche estúpido y chapucero.

Es una solución estúpida, insostenible y digna de un IgNobel. Nos reímos cuando Bush dijo que la causa de los incendios eran los árboles y ahora nadie dice nada cuando pretendemos desinfectar las acequias para matar al mejillón y a toda vida existente en las aguas tratadas, generando trihalometanos peores que los bivalvos.

Pronto aparecerá una lumbrera que reinventará la mixomatosis para el mejillón cebra y quizá acabe con los barbos o las personas, quien sabe.

Por favor, dejadnos en paz y ocuparos de limpiar y hacer un mantenimiento decente. Los aprendices de brujo nos deberían dar miedo, porque un sinvergüenza, un tonto y un político con dinero pueden organizar cualquier disparate.

Que Dios nos coja confesados y a los ecologistas tan calladitos como ahora