martes, 31 de enero de 2012

Censura ecologista

Hoy se despertó Zaragoza con la impactante noticia de que ha reducido en un 15% sus emisiones de CO2 a la atmósfera en movilidad. Dice El Periódico de Aragón que "El mayor uso de la bicicleta y la peatonalización de algunas zonas de la ciudad ha logrado disminuir la contaminación de la ciudad en lo que se refiere al transporte. Y esta reducción también ha sido palpable en las emisiones a nivel general, que han disminuido un 7,5%".

Es sin duda otro estudio inútil hecho para subvencionar a organizaciones y personas afines y sangrar las arcas públicas con estupideces.

Como era lógico, no pude resistirme a hacerle el siguiente comentario:

Uf, que alivio. Mira que yo pensaba que era porque hay varias decenas de miles de zaragozanos que no trabajan y por lo tanto no cogen el coche, y porque hay menos reparto de paquetería y suministros, menos calefacciones y menos empresas abiertas. Pero no, es gracias a las bicicletas y al tranvía. ¿No os quedáis todos más tranquilos?

No sé que haríamos sin tan brillantes gestores y vendedores, no ya de humo, sino de CO2. Además seguro que este importantísimo y brillante estudio, que va a mejorar sustancialmente nuestra vida, nos ha salido gratis.

Que tranquilidad inspira saber que los políticos se preocupan tanto por nuestros tataranietos. Nosotros podemos morirnos de hambre, porque lo importante es el CO2, no esas tonterías de trabajo y de comer a diario, que son cosa de pobres.

Este comentario tuvo dos respuestas inmediatas:

Por Querido llanero: 09:52. 31.01.2012
Ya tardaban los agoreros antranvía y antibici (es decir, antiprogreso) en intentar dar la vuelta a las noticias. Lo que dices tiene sentido en parte, pero no es significativo, simplemente porque el número de personas que se mueve no ha disminuido, simplemente se ha cambiado el transporte privado contaminante por la bici y el tranvía. Y eso debe ser tomado como una alegría porque aunque tímidamente, son medidas que nos van acercando a los países desarrollados; o más bien, hace que nos alejemos más lentamente... Intenta ver las cosas algo positivas de vez en cuanto, es muy sano para el corazón, las arterias y las neuronas, y esto te lo digo sin acritud ni ironía.

Y

Por jaime: 09:57. 31.01.2012

llanero no es por mis tataranietos, es por mí mismo, yo no quiero respirar el co2 que expulsas con tu coche para ir al corte inglés cuando podrías usar perfectamente el autobús. estoy cansado de la gente que lo politiza todo. El que no tiene trabajo es porque no hace méritos por conseguir trabajo, porque haber trabajo hay, aunque sea picando piedra, otra cosa es que aquí hay mucho acomodado de la vida, y eso de que se le caigan los anillos no va con ellos, o les sale el trabajo que ellos quieren o si no a quedarse en casita cobrando del estado. mucha jeta es lo que veo en la gente

A los que respondí

Ya están mis queridos ecologistas asomando la patita insolidaria y tramposa como deja ver Jaime. Lo importante es el CO2 y la ignorancia, seguir pensando que el CO2 es un veneno y no la base de la vida en la Tierra. Ya sabéis que para gente así, quien no trabaja es por que no quiere. Podréis estar o no de acuerdo conmigo, pero hacía tiempo que no leía una majadería semejante: “El que no tiene trabajo es porque no hace méritos por conseguir trabajo, porque haber trabajo hay”. Con eso amigo Jaime has dicho una jaimitada que avergüenzaría a cualquiera con una inteligencia de border line para arriba, pero a ti ni a los ecofascistas eso os preocupa, para vosotros la naturaleza está por encima de los humanos.

Amigos parados, ya sabéis que hay quien está dispuesto a conseguiros trabajo, quizá en alguna ONG como la que le paga a él, o donde trabaja gratis como jubilauta quitando el trabajo a otros.

Y no “Querido Llanero”, no estoy amargado, ni enfadado todo el día. Trato de que abráis los ojos a la manipulación y a la mierda que día se vierte en comentarios inocuos que ponen a las teorías catastrofistas de siglos futuros por delante de los seres humanos de hoy, y eso si que me cabrea. Millón y medio de familias sin ingresos mientras hay llorones que se quejan por el incremento o disminución del CO2 sin saber si esto tiene o no consecuencias. Creen en esta teoría como en la Trinidad, Alá o Jehová, como en la “resurrección de los muertos” o el paraíso. Todo menos pensar en el aquí y ahora o en quien lo está pasando mal. Muchos quizá a causa de que su empresa no era competitiva por emitir el CO2 que debemos dejar a chinos e hindúes para vender barato y cerrar más empresas españolas.

¿Ciegos, cínicos? Vosotros diréis, yo os digo insensibles e insolidarios.

Este comentario no duró ni cinco minutos colocado. Entonces acusé al Periódico de mantener a un censor que eliminaba los comentarios por sus contenidos ideológicos y limita la libertad de expresión, pero me equivoqué. No era el Periódico, quien censuraba sino que los mafiosos calentólogos se ponen de acuerdo para marcar el comentario como "inadecuado" y así borrarlo automáticamente.

Esta es la chusma mafiosa y ecofascista que está generando un ecologismo de catetos analfabetos, de ignorantes que se creen mejores porque son "ecologistas", sacerdotes de una secta de insensible a quienes importa más su idea de naturaleza que las personas, de nazis que matarían a media humanidad para salvar al planeta. Realmente grave lo que se va viendo día a día y además es jaleado por impresentables como los censores amateurs del Periódico.

viernes, 20 de enero de 2012

Las ECO-SS

Los hidrotalibanes junto con los funcionarios colocados por Narbona en el ministerio, se han propuesto hacerse los amos de los campos y ríos, y al igual que la policía moral iraní andan estableciendo una dictadura ambiental a su criterio. Se sienten seguros porque periodistas indocumentados les rien las gracias y borran comentarios contrarios a sus intereses en los medios digitales, pero muy especialmente porque ningún político pone coto a sus delirios por temor a que los medios de comunicación les crucifiquen diciendo que no son respetuosos con el medio ambiente o "primos de Rajoy".

Buena parte de los inspiradores, defensores y divulgadores de estas teorías que pretenden eliminar la trucha arco iris de nuestros embalses -cuando saben que jamás prosperará allí la común- son quienes pretenden eliminar al castor europeo que algunos han reintroducido en España, pero se afanan en defender al visón, reintroducido tras su extinción, igual que los castores, pero sin las suculentas subvenciones que al visón europeo. Son asimismo los destructores de patrimonio hidráulico y los guardianes de las buenas costumbres ecológicas que han convertido muchas de nuestras calles en basureros y encarecido el recibo eléctrico a mayor gloria de ecologistas y especuladores. Son también los que llevan años viviendo de la sopa boba del cambio climático y del mejillón cebra al que no consiguen eliminar salvo !clorando el agua de las acequias¡ una práctica más dañina que el propio mejillón.

Lo malo es introducir especies invasoras, abandonar perros y gatos, o salir presuntamente a pescar, y luego dejar 24 latas de cerveza en el puesto y volver pedos perdidos a casa y con el coche. Pero el mal de las especies alóctonas ya está hecho y eliminarlas será peor que mantenerlas.

Si las teorías de cualquier especialista o amateur de cualquier ámbito se llevasen a la práctica (menos mal que se fue Zapatero) seguro que deberíamos conducir los coches con el casco puesto, barras antivuelco y mono ignífugo. Los médicos multarían a quien no haga ejercicio, engorde o tenga el colesterol alto. Los dietistas pondrían cepos loberos a las puertas del Mc Donalds, en tanto que los diseñadores obligarían a l@s fe@s a llevar máscara, y l@s gord@s no podrían salir a la calle.

Los bienintencionados ecologistas de los setenta han devenido en algo que no me gusta. En una suerte de gestapo ideológica con una eco-SS que mandará al horno crematorio -si puede- a truchas arcoiris, siluros, tortugas, ailantos... pero a los que saben que nunca podrán exterminar, por que se han adaptado tan bien que, guste o no, ya tienen la nacionalidad española.

Ya estoy harto de prohibiciones, de medidas extremas y de que quienes no se comen una rosca en las urnas, mangoneen a su antojo nuestra vida y nuestro medio ambiente ¿O es que por pertenecer a una asociación van a ser los amos de los ríos y campos e imponernos su voluntad a los ciudadanos?

Al medio ambiente se le protege con educación y con buenos ejemplos, no con proyectos estúpidos que bajo la excusa medioambiental solamente buscan la supervivencia, igual que sus denostados siluros, truchas arcoiris o tortugas de florida.

Solo que en este caso la competencia no es contra la fauna autóctona por el alimento, sino por el dinero y el empleo, que también ellos tienen su corazoncito y facturas que pagar a fin de mes.

lunes, 9 de enero de 2012

Un enlace interesante

A pesar de ser ateo y anticlerical, hay cosas que leo incluso procedentes de fuentes nada fiables, pero la duda es el motor que mueve el mundo.

Leed esto a ver que pensais.

http://www.luisprada.com/Protected/el_mundo_de_la_energia_libre.htm

Me importa poco que llegue el fin del mundo. Me preocupa más llegar a fin de mes

Un día, me enviaron al Facebook algo que decía. “Me importa poco que llegue el fin del mundo. Me preocupa más llegar a fin de mes”. Una sentencia que tiene su gracia, puesto que es lo que en el fondo motiva a noventa y nueve mil de cada cien mil, pero que ocultan casi otros tantos.

La preocupación por el fin del mundo es una lacra de la humanidad, y la perfecta coartada para que durante cientos o miles de generaciones, haya existido gentuza que se ha aprovechado de la estupidez de los demás. Veamos.

Hay millones de personas tan tontos como bienintencionados, que se preocupan por la ecología, el cambio climático, etc. y repiten como loros que tenemos que dejar una tierra en buen estado para las generaciones venideras.

Lo dicen tan anchos, como si fuera fruto de largas veladas pensando en las diferentes jugadas que la Humanidad disputa con el planeta en distintas partidas simultaneas. Me preocupa que con las energías que gastan en defender unos loables principios, no empleen unas poquitas en pensar en el resultado de sus buenos propósitos.

Quizá no lo hagan porque en alguna ocasión lo han intentado y el resultado no era nada optimista, porque todo tiende a la autodestrucción. La humanidad somos como bichos parasitoides que colonizamos un organismo y lo exprimimos hasta matarlo. Favoreciendo la superpoblación del planeta lo estamos condenando, y su salvación no depende de tonterías como frenar la deforestación, acabar con la energía nuclear, detener el alza del CO2, o prevenir ese cambio climático que casi todos consideran un holocausto, pero que sería una buena forma de alargar la vida de este planeta que no lo merece.

La Humanidad es como un enfermo terminal de cáncer que se preocupa porque le ha salido un pequeño lunar. Tenemos un cáncer que se llama superpoblación al que unos bienintencionados intentan parar con aspirinas, mientras otros alimentan con dioxinas y plutonio. Si, aspirinas de automóviles que emiten menos CO2, industrias que cierran por que no pueden pagar unos impuestos a ese gas que diríase que han puesto los mismos que además de emitir más que nadie, nos venden a bajo precios los productos fabricados por no tener ninguna cortapisa. Aspirinas o vitaminas de Greempeace, Medicus Mundi, WWF, Intermon… Gentes bienintencionadas mientras no piensen.

Es mucho mejor seguir en la ignorancia y pensar que ponen su “granito de arena para salvar al mundo” sin pensar que mientras exista una inmensa mayoría cuyo lema vital es “Creced y multiplicaos” o cosas parecidas, el corredor de la muerte en que vivimos se acorta mas y mas.