De todos es sabido que la ecología es la ciencia que estudia la relación de los seres vivos con su ambiente y entre ellos; quizá algunos menos sepan que la persona que estudia ecología es el ecólogo, que no el ecologista.
El ecologista es el seguidor de una doctrina que -tal como se está planteando- pone a la naturaleza por encima del ser humano, y para cuyo sacerdocio muchos de sus acólitos no hace falta que estudien. “Lo que es bueno para la humanidad es malo para la naturaleza” y punto.
Sin embargo, gracias a
Bastante hemos tenido con soportar a los curas erigiéndose en intermediarios entre Dios y los hombres. Ya no cuelan aquellos sermones acojonándonos con las penas del infierno si no éramos como ellos y cumplíamos los mandamientos.
Solo faltaba que ahora los sustituyamos por indocumentados cuyo único mensaje es que iremos al infierno del cambio climático si no nos hacemos como ellos, dejamos nuestros 4x4, nuestros aires acondicionados y calefacciones para regresar a un idílico siglo XVII de “ecocuras” viviendo como obispos.
Espero que el nuevo ministerio ponga las cosas en su sitio y saque del pesebre a tanto aprovechado
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