Creo que solo dentro de un año tendremos la perspectiva adecuada para valorar la Expo en su conjunto. Una Expo con muchas luces y sombras. Unos ven más los aspectos positivos y otros los negativos, pero creo que no cabe duda alguna de que el resultado final es positivo, especialmente de Ranillas hacia fuera.
Otra cosa es que lo que a muchos deslumbra sea una horterada para otros, o que los contenidos y la filosofía de
Sin embargo no cabe duda alguna de que la ciudad de Zaragoza ha ganado mucho, muchísimo con esta Expo.
Tan poca duda como de que esta Expo con otros gestores, junto con la borrachera arquitectónica habría tenido otras repercusiones a distintos niveles, no sólo para
Sería de estúpidos no admitir que Zaragoza está mejor que estaba, y que hemos avanzado (o quizá mas bien recuperado) 20 años, pero no es obstáculo para que nos quejemos del resultado de tan imponente inversión y reivindiquemos que se podían haber hecho mucho mejor las cosas si la tarta no hubiese estado repartida de antemano en un porcentaje que cuando se conozca este otoño escandalizará a todos. Otra cosa será que tenga alguna repercusión.
Supongo que el Tribunal de Cuentas y quizá el Fiscal Anticorrupción quitará el sueño a más de uno, pero el bien y el mal está hecho, o sea que, ¡a disfrutar con lo que hemos pagado y pagaremos en los próximos años!.
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