Me parece que debemos reinventar conceptos, puesto que ya no vale lo de derecha e izquierda.
Se acabó la lucha de clases ahora que somos todos burgueses, y de los que podríamos llamar proletarios, la mayoría simplemente han decidido vivir de la sopa boba de las ayudas a la marginación o a los colectivos en riesgo de exclusión cuya situación les aboca a estar más a gusto en riesgo de exclusión y cobrando, que integrados pero en el paro y sin subsidios. Mejor no hablar de los 400 € de franquicia para el hurto.
Ahora la diferencia entre Rajoy y Zapatero es de pura cosmética, o es que alguien sabe distinguir la política de unos o de otros salvo en gilipolleces como las bodas homosexuales. La mayor diferencia se da en política exterior, pero no siempre. Lo del impresentable de Aznar y todo el PP haciendo la ola debería haberlos apartado para siempre del poder, pero somos tontos y/o desmemoriados.
Por otra parte, ayer el gran Wyoming daba cuenta de la alegría y el impudor de la prensa derechista al atribuirse la victoria en Galicia. Unos porque son diarios del PP, sin más (ABC y La Razón) y el otro porque aunque lo leen gentes de los dos extremos, solamente vive de resentimiento al PSOE.
Guerras y endiosados cuasi dementes aparte, votar a PP y PSOE se ha convertido en un dilema tan importante como ser del Madrid o del Barcelona, ponerse corbata o no, o comer carne o pescado. En fin que si no fuera porque hay alternativas más atractivas que el voto en blanco o la abstención (que favorecen a las mayorias) me quedaría con el voto a Brios o al partido de la Marihuana, pero por el momento y viendo la tropa de desvergonzados, maleantes y presuntos canallas que se generan este caciquil estado de las autonomías, me quedaré con cualquier partido que pretenda cambiar este sistema de subasta permanente del estado y regreso al sistema caciquil decimonónico.
Poner a UPYD al mismo nivel de los nacionalistas es de ser muy miopes. No se puede comparar la política liquidadora del estado del PSOE y PP con la pretensión de que todos seamos iguales, que se acabe el caciquismo nacionalista, o que en comunidades con un paro atroz sobre el papel se tenga que importar mano de obra porque nadie quiere trabajar y a nadie se le obliga, no sea que se pierdan votos.
Aunque haya quienes se escandalicen, hoy por hoy lo más moderno que tenemos es UPYD, todo lo demás es pasado y apesta a ranciedad tanto como las banderías. Con muy poquito esfuerzo se puede entender que se puede ser español, madrileño, catalán, andaluz, extremeño, etc a la vez y no estar loco. Se trata simplemente de sumar en lugar de restar. ¿Tan difícil es?.
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