Los responsables de la Expo no juzgaron conveniente dar la menor oportunidad a empresas aragonesas en la fiesta, la juerga era solo para los forasteros, no fuera a ser que en plena borrachera se hicieran o dijeran cosas que solo deberían saber gentes ajenas que luego no nos lo pudieran restregar por la cara.
Así, hemos tenido la ocasión de ver como se han puesto hasta las orejas invitados procedentes de las expos de Sevilla o del Forum, donde sus responsables dieron la oportunidad de trabajar a gentes de la zona y ahora han venido a enseñarnos que no eran ni mucho menos mejores que los de aquí, pero sabían venderse mejor. Bueno quizá es que se dejaron meter mano y con los de aquí no era tan fácil el casting de participantes en la orgía.
Pasada la juerga y en medio de la resaca agravada por la gripe económica, nos enteramos que en pleno cachondeo nos despelotamos e hicimos cosas muy feas delante de las cámaras y está colgado de Internet para nuestra ignominia.
Ahora para colmo de males nos encontramos que ni la sensación del buen rato de la francachela nos iba a durar, porque dejamos una “Carta del Agua” que nos avergonzará por mucho tiempo. Es un disparate que si en lugar de agua de hablase de comida (algo mucho menos importante) nos habría echado a todos a la calle para protestar.
Para los que no lo sepan, dicho documento insta a los gobiernos a obligar a TODOS sus ciudadanos al pago del agua a su precio real. Es como si las ONGs, propugnaran cobrar la ayuda alimentaria que facilitan a los pobras al precio de compra, más los gastos de distribución.
No entender esto significa que no hemos aprendido nada en la Expo y somos tan analfabetos hidráulicos como antes.
Aquí solo entendemos de trasvases y, además, de esas maneras.
jueves, 27 de noviembre de 2008
La Resaca (1 de 2)
Lo de Zaragoza no es solo crisis económica, es crisis de confianza y de ilusiones. Diría que es como una resaca de campeonato, sumada a la gripe.
La resaca de la Expo nos ha traído a la realidad, en que tras una juerga donde el alcohol (dinero del estado) nos ha hecho creernos guapos, simpáticos y hasta inteligentes. Pero en la resaca vemos que seguimos siendo sosos y mediocres. La gripe ya se incubaba desde antes de la borrachera Expo, pero el alcohol la mantuvo a raya hasta que -pasados sus efectos- los virus de la crisis han atacado sin piedad a la maltrecha y arrogante Zaragoza.
Además, al final se ha sumado a los males una diarrea en forma de mesas y sillas de diseño que complica aún más la situación.
Pasó la época de “el mejor que haiga”, de modificar un puente para que pasen unos barcos metidos con calzador en nuestro río por capricho de algún o algunos palurdos que no han pasado de Salou, pero se han creído los reyes de los mares porque habían visto Titanic un par de veces.
Pasaron los tiempos de puentes absurdos y caprichosos, de torres del agua y norias elegidas con Dios sabe que criterios, pero compitiendo con el futuro Pablo Serrano para albergar arte que -en general- suele mover más a la risa que al disfrute de los ciudadanos medios. Tres museos de arte moderno en una comunidad donde aún no hay ni un solo centro dedicado a la ciencia, y donde nuestro patrimonio industrial acaba en la escombrera, la chatarra o -en el mejor de los casos- en el catalán museo de la Técnica de Tarrasa.
Ha pasado la gran juerga Expo sin que se haya notado fuera de Zaragoza. Los tan cacareados “Planes de Acompañamiento” duermen el sueño de los justos y en definitiva han sido como las sobras que se guardan para los perros tras el atracón Expo.
La resaca de la Expo nos ha traído a la realidad, en que tras una juerga donde el alcohol (dinero del estado) nos ha hecho creernos guapos, simpáticos y hasta inteligentes. Pero en la resaca vemos que seguimos siendo sosos y mediocres. La gripe ya se incubaba desde antes de la borrachera Expo, pero el alcohol la mantuvo a raya hasta que -pasados sus efectos- los virus de la crisis han atacado sin piedad a la maltrecha y arrogante Zaragoza.
Además, al final se ha sumado a los males una diarrea en forma de mesas y sillas de diseño que complica aún más la situación.
Pasó la época de “el mejor que haiga”, de modificar un puente para que pasen unos barcos metidos con calzador en nuestro río por capricho de algún o algunos palurdos que no han pasado de Salou, pero se han creído los reyes de los mares porque habían visto Titanic un par de veces.
Pasaron los tiempos de puentes absurdos y caprichosos, de torres del agua y norias elegidas con Dios sabe que criterios, pero compitiendo con el futuro Pablo Serrano para albergar arte que -en general- suele mover más a la risa que al disfrute de los ciudadanos medios. Tres museos de arte moderno en una comunidad donde aún no hay ni un solo centro dedicado a la ciencia, y donde nuestro patrimonio industrial acaba en la escombrera, la chatarra o -en el mejor de los casos- en el catalán museo de la Técnica de Tarrasa.
Ha pasado la gran juerga Expo sin que se haya notado fuera de Zaragoza. Los tan cacareados “Planes de Acompañamiento” duermen el sueño de los justos y en definitiva han sido como las sobras que se guardan para los perros tras el atracón Expo.
lunes, 24 de noviembre de 2008
El cortijo del Gobierno
La política hidráulica del gobierno de Zapatero respecto a la gestión de las cuencas hidrográficas, me recuerda cada día más a los viejos hacendados que en lugar de gestionar bien su patrimonio y tratar de obtener el mayor rendimiento posible, dedica su tiempo a ejercer de rico, despreocupándose de ello y dejando que los encargados de sus cortijos organicen monterías a sus espaldas, vendan las bellotas y hasta talen las encinas para su lucro personal.
Así, cuando al señorito se le acaba el dinero, vende una parcela, un huerto o hasta el cortijo entero para seguir viviendo sin problemas, haciéndose pasa por lo que cada día es menos, hasta que se queda sin nada que vender y -además- con abultadas deudas.
Normalmente, esto sucede cuando ya son viejos, por lo que su legado son deudas y problemas que tendrán que resolver sus sucesores, haciéndose cargo de los despojos de lo que fue un patrimonio admirado por todos.
El problema es que los ciudadanos no podemos renunciar a la herencia que nos legará el Gobierno en forma de un estado roto, vacío de competencias, sin autoridad moral y con unos encargados/guardas mayores de cada cortijo tan crecidos que se han hecho dueños de ellos y sólo les faltan las escrituras a su nombre.
Hemos sido pioneros en la gestión del agua por cuencas y el espejo donde se mira el mundo en este aspecto, pero una gestión descerebrada y orientada al “Pan para hoy y hambre para mañana” nos ha llevado a dilapidar un legado que será casi imposible recomponer, y de seguir en esta línea, los enfrentamientos entre comunidades, y aún con otros países como Portugal serán de suma gravedad.
Dar la gestión de las cuencas a las autonomías es cambiar al perro por el lobo para ciudar el rebaño.
Así, cuando al señorito se le acaba el dinero, vende una parcela, un huerto o hasta el cortijo entero para seguir viviendo sin problemas, haciéndose pasa por lo que cada día es menos, hasta que se queda sin nada que vender y -además- con abultadas deudas.
Normalmente, esto sucede cuando ya son viejos, por lo que su legado son deudas y problemas que tendrán que resolver sus sucesores, haciéndose cargo de los despojos de lo que fue un patrimonio admirado por todos.
El problema es que los ciudadanos no podemos renunciar a la herencia que nos legará el Gobierno en forma de un estado roto, vacío de competencias, sin autoridad moral y con unos encargados/guardas mayores de cada cortijo tan crecidos que se han hecho dueños de ellos y sólo les faltan las escrituras a su nombre.
Hemos sido pioneros en la gestión del agua por cuencas y el espejo donde se mira el mundo en este aspecto, pero una gestión descerebrada y orientada al “Pan para hoy y hambre para mañana” nos ha llevado a dilapidar un legado que será casi imposible recomponer, y de seguir en esta línea, los enfrentamientos entre comunidades, y aún con otros países como Portugal serán de suma gravedad.
Dar la gestión de las cuencas a las autonomías es cambiar al perro por el lobo para ciudar el rebaño.
Etiquetas:
agua,
autonomías,
transferencias
miércoles, 12 de noviembre de 2008
Renovables
Tiene gracia que los políticos aragoneses se llenen la boca con lo del cambio climático, el CO2, las energías verdes…
Pero luego nos traen cementeras, químicas y otras joyas que no quieren en comunidades con más sensatez que ésta y nos centramos en las dos patas mas desagradables de las cuatro que tienen las energías renovables. Del hidrógeno ni hablo; es un producto difícil de manejar, caro de obtener y muy lejos de competir con cualquier otra energía, aunque aquí haya quien se empeñe en seguir un caminos que los más adelantados van aparcando.
La energía hidráulica está prácticamente al 100 % de lo que puede dar de sí y no es previsible que asistamos a un desarrollo significativo en los próximos años.
La energía fotovoltaica será sostenible ambientalmente, pero nos ha hipotecado como las subprime americanas y está convirtiendo el paisaje en una suerte de escenario de ciencia ficción electroespeculativo que pagaremos (y bien) todos los ciudadanos.
De la energía eólica está casi todo dicho a gran escala (con minúsculas) puesto que apenas van quedando lugares vírgenes y el desarrollo será mediante “planes renove” con generadores más potentes y con unas afecciones paisajísticas que algún día habrá que valorar, porque ahora nadie quiere/se atreve a hacerlo.
Nos queda la cuarta pata de las energías renovables, que es la biomasa. La biomasa tiene un impresionante futuro en Aragón, una comunidad que además de unas espectaculares estepas, tiene también montaña y es una de las regiones con mayor superficie de regadío, pero…
Resulta que no tenemos -ni está prevista- una sola central de biomasa, no existen (que yo sepa) plantaciones piloto que comprueben la idoneidad de los muchos cultivos posibles (cardo, sorgo, paulonia, miscanthus, sauces, caña, etc) y la biomasa se olvida en los planes de los departamentos de Investigación, Agricultura y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón.
Cualquiera que piense un poco verá el potencial de nuestras montañas, secanos y regadíos, pero no lo conocemos, porque es más fácil especular generando energías subvencionadas que solamente benefician a los que tienen dinero para invertir en huertos solares o aerogeneradores, pero la energía más democrática que se generaría con la biomasa que cualquiera puede cultivar, es sistemáticamente olvidada en Aragón y toda España.
Tenemos centrales de biomasa en Sangüesa, Molina de Aragón y otras más al sur, pero nosotros seguimos llorando por el CO2 y no se intenta que las centrales de carbón aragonesas quemen también biomasa, con lo que se generaría un importante número de puestos de trabajo, se pondrían en marcha explotaciones abandonadas y limpiaríamos nuestros montes.
Pero “Esta tierra es Aragón…”
Pero luego nos traen cementeras, químicas y otras joyas que no quieren en comunidades con más sensatez que ésta y nos centramos en las dos patas mas desagradables de las cuatro que tienen las energías renovables. Del hidrógeno ni hablo; es un producto difícil de manejar, caro de obtener y muy lejos de competir con cualquier otra energía, aunque aquí haya quien se empeñe en seguir un caminos que los más adelantados van aparcando.
La energía hidráulica está prácticamente al 100 % de lo que puede dar de sí y no es previsible que asistamos a un desarrollo significativo en los próximos años.
La energía fotovoltaica será sostenible ambientalmente, pero nos ha hipotecado como las subprime americanas y está convirtiendo el paisaje en una suerte de escenario de ciencia ficción electroespeculativo que pagaremos (y bien) todos los ciudadanos.
De la energía eólica está casi todo dicho a gran escala (con minúsculas) puesto que apenas van quedando lugares vírgenes y el desarrollo será mediante “planes renove” con generadores más potentes y con unas afecciones paisajísticas que algún día habrá que valorar, porque ahora nadie quiere/se atreve a hacerlo.
Nos queda la cuarta pata de las energías renovables, que es la biomasa. La biomasa tiene un impresionante futuro en Aragón, una comunidad que además de unas espectaculares estepas, tiene también montaña y es una de las regiones con mayor superficie de regadío, pero…
Resulta que no tenemos -ni está prevista- una sola central de biomasa, no existen (que yo sepa) plantaciones piloto que comprueben la idoneidad de los muchos cultivos posibles (cardo, sorgo, paulonia, miscanthus, sauces, caña, etc) y la biomasa se olvida en los planes de los departamentos de Investigación, Agricultura y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón.
Cualquiera que piense un poco verá el potencial de nuestras montañas, secanos y regadíos, pero no lo conocemos, porque es más fácil especular generando energías subvencionadas que solamente benefician a los que tienen dinero para invertir en huertos solares o aerogeneradores, pero la energía más democrática que se generaría con la biomasa que cualquiera puede cultivar, es sistemáticamente olvidada en Aragón y toda España.
Tenemos centrales de biomasa en Sangüesa, Molina de Aragón y otras más al sur, pero nosotros seguimos llorando por el CO2 y no se intenta que las centrales de carbón aragonesas quemen también biomasa, con lo que se generaría un importante número de puestos de trabajo, se pondrían en marcha explotaciones abandonadas y limpiaríamos nuestros montes.
Pero “Esta tierra es Aragón…”
Etiquetas:
biomasa,
co2,
energías renovables
Suscribirse a:
Entradas (Atom)